¿Cómo prevenir la violencia sexual desde la familia?

¿Cómo prevenir la violencia sexual desde la familia? Esta es una de las preguntas más frecuentes que se hacen los padres de familia, frente a tantas historias desgarradoras de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, muchos padres de familia se preguntan: ¿Qué puedo hacer para que esto no le suceda a mi hijo? ¿Cómo evitar que un trauma así los persiga? ¿En qué debo poner atención para darme cuenta de que mi hija o hijo están sufriendo violencia sexual? 

En ocasiones el riesgo puede ser inminente, pero hay veces en que se puede evitar; o bien, tratar de aminorar las consecuencias. Es inevitable que los niños salgan y exploren el mundo, e igual de inevitable será que estén expuestos a experiencias traumáticas. Por esto, a continuación citamos algunas medidas que los adultos podemos tomar para promover la prevención de la violencia sexual (Alfaro, R. 2023):

Enseñar a comprender el cuerpo

La educación sexual desde temprana edad permite que, de acuerdo con su etapa de crecimiento psicosexual, niñas y niños sepan cómo es su cuerpo y reconozcan cuáles son sus partes privadas, las que solo ellos pueden tocar y limpiar. Esto les permite reconocer los límites que tienen derecho a poner. 

Facilitar la comunicación

El diálogo de los adultos con los niños o adolescentes, también debe ser un espacio seguro. Por lo cual se requiere de apertura para escuchar con todos los sentidos lo que quieren expresar o preguntar. Consideremos que ocultar información podría ser un factor de riesgo para ellos. 

Diferenciar entre las caricias

Muchos adultos, por sus experiencias previas, pueden tender a ser muy cautos en sus relaciones con otras personas, ubicar que no todas las intenciones son inocentes. En cambio, las niñas y los niños tocan y acarician con ternura, reproduciendo aquello que les hace sentir bien. Mostrarles que lo que es bueno no se oculta, como las caricias tiernas, les permitirá diferenciarlas de las que les causen malestar.

Criar infancias resilientes

Como se mencionó antes, es inevitable que niñas, niños y adolescentes se expongan al mundo con toda su gama de posibles experiencias desagradables, por lo cual será importante que, para que ellas y ellos se sientan respaldados, acompañados y escuchados, les hagamos saber de manera explícita que ante cada adversidad habrá una solución y alguien que los acompañará en la búsqueda de la misma.

Aprender más sobre la correcta educación sexual

La sexualidad nos permite sentir amor, unión, empatía y placer, y hablar del tema es la mejor manera de prevenir riesgos. Informarnos sobre la forma correcta de abordarla, ubicar los signos que nos podrían indicar riesgo, o saber cuáles son las maneras adecuadas de referirnos a una persona que ha sufrido una trasgresión a su sexualidad, nos permitirá honrar esta parte tan bella, pero tan frágil, de toda persona. 

Aún existe resistencias en algunas personas a hablar de este tema, así como a reconocer que hay conductas sexuales violentas que hemos normalizado por generaciones, que en ocasiones hemos sido omisos o negligentes, pero aún no es tarde; las niñas, niños y adolescentes merecen vivir en entornos seguros, entre personas responsables que sepan resguardar su integridad, que hagan lo posible por que su dignidad humana no se vea trastocada, que busquen su bienestar, que sean transparentes y respetuosos, para que así ellos sepan que quien los ama no los lastima ni maltrata.

Fuente: desdelafe.mx