Las redes sociales y los principales medios de comunicación, dominados muchas veces, entre otros lobbies, por el del feminismo radical, están repletos de ejemplos que sugieren que el binomio matrimonio y paternidad no son satisfactorios para nadie, y especialmente para las mujeres.
En cambio, muchos estadounidenses creen que la clave para ser feliz es una buena educación, un buen trabajo y estar libres de cargas familiares, en definitiva no casarse ni tener hijos. Pero, ¿son los solteros sin hijos de Estados Unidos realmente los más felices o son más felices los que están casados y tienen hijos?
¿Cuánto influye el estado civil?
La edición de 2022 de la Encuesta Social General (GSS), el barómetro social más importante de Estados Unidos, revela una vez más que el matrimonio y la familia están fuertemente asociados con la felicidad.
El GSS muestra que una combinación entre matrimonio y paternidad está relacionada con los mayores índices de felicidad para las mujeres. Por ejemplo, el 40% de las mujeres entre 18 y 55 años, casadas y con hijos, son “muy felices”, en comparación con el 25% de las mujeres casadas sin hijos, y sólo el 22% de las mujeres solteras sin hijos.
Sin embargo, las madres solteras son las que tienen “menos probabilidades” de ser muy felices: sólo el 17% de ellas indica que son muy felices. Estos resultados son similares a los de 2020 y 2021.
El caso de los hombres
Pero, ¿qué pasa con los hombres? ¿es similar el vínculo entre felicidad, matrimonio y paternidad para los hombres de Estados Unidos?
La Encuesta Social General de 2022 indica que el matrimonio está relacionado con una mayor felicidad para hombres de entre 18 y 55 años. Los padres casados son los más felices. El 35% de los hombres casados entre 18 y 55 años que tienen hijos afirman ser “muy felices”, seguidos por el 30% de los hombres casados que no tienen hijos.
Por el contrario, los hombres solteros con o sin hijos son los menos felices: menos del 15% de estos hombres dicen ser “muy felices”. En otras palabras, los hombres casados (entre 18 y 55 años) en Estados Unidos tienen aproximadamente el doble de probabilidades de ser muy felices, en comparación con sus pares solteros.
Estos resultados son paralelos a otras investigaciones recientes de la Universidad de Chicago (EE.UU) que indican que tanto para hombres como para mujeres, el matrimonio es “el diferenciador más importante” de quién es feliz en Estados Unidos.
Mientras caen las tasas de matrimonio en Estados Unidos, la felicidad también disminuye, según ese mismo estudio. Aunque es cierto que influyen otros factores para ser feliz (ingresos, logros educativos, geografía…), el estado civil es el que más influye a la hora de predecir la felicidad.
Otras investigaciones indican que Estados Unidos está siendo testigo de una creciente brecha de felicidad entre los estadounidenses más educados y los menos educados, y el matrimonio es probablemente el único que rompería con esa diferencia.
El psicólogo social Jean Twenge atribuye la brecha de la felicidad en Estados Unidos a una disminución más rápida del matrimonio entre aquellos con menos educación e ingresos. En opinión de Twenge, la creciente división de clases en materia de felicidad tiene claramente muchas causas, incluida la desigualdad de ingresos.
Este nuevo informe proporciona evidencias de que la felicidad está vinculada a la vida familiar estadounidense. Contrariamente a las opiniones de las redes sociales y los principales medios de comunicación, el matrimonio y la paternidad no parecen ser obstáculos para vivir una vida feliz.
De hecho, por más difíciles que puedan ser el matrimonio y la paternidad, en general, los hombres y mujeres que tienen el beneficio de un cónyuge e hijos son los más propensos a informar que están “muy felices” con sus vidas.
Fuente: ReligiónenLibertad